Cuenta la leyenda que en un verano cualquiera, un grupo de excursionistas viajó a la playa, llegando retrasados y ya oscurecido. Debían caminar 2 Kilómetros por ella hasta accesar al campamento, no llevaban linternas, pero aún así decidieron recorrer el trecho en medio de la oscuridad.
Llevaban cierto camino recorrido, tropezaron con la saliente de un río, sin apreciar su extensión ni qué tan hondo era. No sabían qué hacer, y aún teniendo un celular a la mano no intentaron comunicarse, aventurándose a cruzar a ciegas. Como el río era profundo y con una corriente muy fuerte, perdieron sus mochilas y todas sus pertenencias, así, llegaron al otro lado y continuaron viaje hacia el campamento.
Al día siguiente regresaron para ver si encontraban algunas de las cosas perdidas y aunque nada hallaron , pudieron darse cuenta que unos pasos más arriba había un puente que les hubiera facilitado el viaje y no hubiesen perdido nada.
A veces ocurre que tomamos decisiones en forma apresurada, torpe, sin medir las consecuencias, poniendo, incluso, en riesgo el más preciado tesoro que Dios nos ha dado, LA VIDA.
"EVITAD LAS DECISIONES DESESPERADAS; PASARÁ EL DÍA MÁS TENEBROSO SI TENÉIS VALOR PARA VIVIR HASTA EL DÍA SIGUIENTE"
(William Cowper)