I DOMINGO DE ADVIENTO C
( Jer.33,14-16;1Tes.3,12-4,2;Lc.21,25-28)
“ A ti Señor levanto mi alma…” Sal.24
Como veis hay un cambio de decoración. Se nos invita a dejar nuestros caminos trillados y rutinas diarias para ayudar a nacer ALGO NUEVO. Por supuesto que no se trata de cambio de colores o canciones sino de un cambio de mentalidad para que aparezca el mundo nuevo como señal del reino. Se nos anuncian signos extraordinarios en el firmamento y el mar que aterrorizarán a los hombres y verán a Jesucristo venir con gran poder y majestad: Entonces levantaos, alzad la cabeza, se nos dice; se acerca vuestra LIBERACION. Manteneos en pie sí, aquellos que os habéis mantenido despiertos y no habéis dejado se embote con el materialismo vuestra mente hasta llegar a alienarse sin esperar nada.
Algunos de esos signos los estamos viviendo abrumados por el estruendo de la historia, p.ej :
· Las grandes expectativas de desarrollo desaparecen
· Uno de los grandes negocios del mundo desarrollado son las armas que vendemos a buen precio al mundo subdesarrollado mientras lo dejamos en la ignorancia y el hambre.
· Las conquistas deslumbrantes de la ciencia no parecen salvar al ser humano que se siente insatisfecho total.
· Nadie sirve a nadie. La angustia nos enloquece. El refugio de la familia se nos evapora. Los hijos ya no son los hijos y los padres ya no saben que serlo es algo más que engendrar al hijo. La última genialidad de los derechos humanos de nuestro mundo es, que ya no tienen derecho a nacer todos porque en el colmo del refinamiento “cultural” se le da derecho a la madre para que mate al hijo.
¿Hacen falta más signos de que este nuestro bello mundo, el que nosotros hacemos, hace agua por todas partes? ¿ Qué hacer? ¿Por dónde se sale? El decir, que esto se pare que me bajo es lo fácil pero lo más cobarde. Y tu y yo no nos apuntamos a serlo. Cuando todo esto sucede, querido amigo, escuchamos el GRITO:” levantad la cabeza, que vuestra liberación se acerca”. No atenderán a este grito la inmensa mayoría de nuestros conciudadanos dado que en su mentalidad no existe un Alguien que nos ha dado su PALABRA y a la que los creyentes nos hemos aferrado porque nos despierta vida en medio de los signos de muerte que nos rodean.
· No nos olvidamos de que somos hijos amados de Dios y nunca esclavos.
· Sabemos que estamos salvados gratuitamente: y queremos entonar un Himno agradecido por tal don impagable.
· Sabemos y reconocemos que tenemos zonas necrosadas en nuestra vida pero como pródigos volvemos a recibir los mimos entrañables del Padre.
· Nuestra voluntad se inserta en una corriente dinámica: la voluntad de Dios que nos invita a ser sembradores de esperanza entre los hombres
ES LA PRIMERA SEMANA DE ADVIENTO: mantente en vela en medio del sopor y del canto de sirenas.