Las cosas que me preocupan
Dicen que todo lo que sube termina cayendo, pero que hay de las cosas que están caídas, ¿acaso no pueden subir?
Una hoja al caer de un árbol se deposita en el suelo, ahí por medio de reacciones químicas comienza a descomponerse y es absorbida por el suelo, los nutrientes de esta son captados por las raíces, otorgando energía para producir esa misma hoja que hace falta en la rama, trato de pensar que pasa de esa manera, ¿o estaré equivocado?
Y que si fuera cierto si al morir nos entierran bajo 3 metros de tierra, a pesar de estar “caídos” nuestras almas suben a los cielos para reunirse con nuestro Salvador, de nueva cuenta subiríamos.
Quizás estas son algunas de las cosas que pueden subir sin importar que ya hayan caído.
Pero lo que si me preocupa y me pone a pensar es sobre aquellas lágrimas que caen cuando estamos tristes, cuando no podemos alcanzar lo anhelado, cuando nuestro desolado corazón toma el control; que será de esas lágrimas que se escurren por mi rostro, volverán a salir si, pero no serán las mismas. Extrañaré esas lágrimas ya que fue por ella que cayeron y no podrán levantarse.
Espero levantarme algún día.