Rosas bellas para tí.
Mi cabello empieza a blanquear
y en mi meditación íntima
por el sendero de la noche solitaria
oigo los mensajes del mas allá.
Los escucho atento por si
aunque sea ya muy tarde...
Alguien me llama,
alguien me trae
ese tan esperado amor.
Velo por si algún corazón
errante y sin albergue
se encuentra con el mío
y juntos, unidas las manos,
emprenden un vuelo fugaz.
Meditaremos los dos
a la orilla de nuestros latidos,
acerca de la vida y del amor.
Si algún trasnochado soñador
saliera de su casa
y escuchara el murmullo
de muchas aguas
y muchas lunas...
yo sabría entonces
que el amor me está
esperando...