A veces nos suceden situaciones en la vida que no podemos ni sabemos como afrontarlas, sin embargo, siempre existe una salida y generalmente se hace con ayuda profesional y espiritual. Escribo este mail pues creo que con mi poca experiencia puede llegarle a parejas que estan a punto de casarse o recientemente casados o quien sabe, parejas en crisis.
Mi relación con mi pareja comenzó hace años atrás. Hace mas de 10 años comenzamos a salir, sin embargo, nada serio. Al pasar del tiempo llegamos a establecer una relación de novios serios que resultó en matrimonio consensuado. Sin embargo, nuestro matrimonio no duró ni la cuarta parte de nuestra vida juntos como amigos ni como pareja.
Con esta crisis y con el tiempo he comprendido, que el matrimonio:
es escoger a una persona de corazón y hacer que funcione no es solo estar casados, sino "querer" estar casados, es tener una casa de dos (casa-dos), con esto me refiero a la entrada de una terceca persona a la relación es luchar por los mismos proyectos es comprender que existen situaciones del diario vivir que te van alejando de la pareja pero que siempre puede haber un punto de reencuentro es reenamorarse cada mes y ver las cosas que los unieron el día de su boda es de entender que si las cosas van mal, alguno de los dos puede llegar a caer en la tentación, sin embargo, puede fortalecer la unión de la pareja es tolerar, no aguantar es agradecer por lo que tienes, es querer cuidar a esa persona para toda la vida es respetar y aprender a decir "no" para no caer en la tentación es una promesa ante Dios y un proyecto de vida con sus altas y bajas A pesar de las charlas prematrimoniales, nunca llegamos a saber qué es el matrimonio hasta que lo vivimos. Y la verdad es que el matrimonio es una rutina diaria, que es la causal de las separaciones, de las infidelidades y del desamor. Sin embargo, toda rutina se puede atacar de raíz, siempre y cuando los dos esten dispuestos a cambiar las cosas una vez la monotonía ha llegado.
He escuchado y hablado con personas que tienen el mismo problema de una separacion, y me sorprende cómo el matrimonio se ha deteriorado de una forma inexplicable. Existen matrimonios hoy día donde la esposa tiene un amante y donde ese amante tiene a una esposa que ya sabe y que no hace nada para separarse ni para recuperar su matrimonio. Existen matrimonios donde el esposo tiene toda una familia por fuera pero no deja a su esposa. Existen matrimonios donde el esposo "se enamora" de otra mujer y lleva dicha relación hasta acabar con su matrimonio o simplemente sigue con las dos. Existen matrimonios que son separados por una infidelidad y que dos años después se vuelven a unir de una manera más fuerte todavía. Existen matrominios que en la primera crisis o problema, dejan todo así y listo, cada uno por su lado. Existen matrimonios donde el esposo es infiel pero al pasar del tiempo se da cuanta que lo que vale la pena es su vida de casado y la que está en casa esperandolo. Pues si existen personas, y me refiero a hombres y mujeres, allá fuera que no les interesa destruir un matrimonio y que su mejor excusa es decir "ese matrimonio ya estaba acabado antes que yo llegara"......
En conclusión, el matrimonio no es fácil, y no estoy diciendo que los problemas o infidelidades de uno u otro cónyuge lo aplauda, sin embargo, a veces eso es lo que presiona un botón de CUIDADO para la pareja. Si se aman de verdad se puede superar siempre y cuando exista el arrepentimiento real. Si uno de los dos no ama, entonces no hay nada que hablar y es irreparable el dolor y la herida. Recién casados: El enamoramiento se va en menos de un año, pero está en tí buscarlo y conquistar a tu pareja una y otra vez, aunque a veces no te nazca hacerlo; los resultados pueden ser muy positivos.
Cásate con alguien que comparta contigo la mayoría de las cosas que haces (no todo), pues durante el largo camino de un matrimonio, lo que queda es una vida de compartir con esa persona de la cual te enamoraste. Busca también lo que al otro le apasiona. Si es ver deportes, acompañalo, si es bailar, bailen, si es sexo, tengan sexo, si es ver TV, vean TV, si es leer, leen los dos, si es beber, beban juntos, si es ir a misa, vayan a misa juntos, si es caminar, vayan y caminen. Y si piensas que te casaste con la persona equivocada, evita esos pensamientos y encuentra un punto de conexión con tu pareja. En mi caso, yo me casé con la persona indicada, pues el termómetro de compartir estaba a su máximo nivel, sin embargo, por alguna u otra razón ésta persona cambió. Ya sea porque consiguió a alguien más donde ahorita se siente a gusto o porque simplemente en nuestra primera crisis, desistió y se alejo. Creo en el perdón de las personas, creo en que cada vez podemos ser mejores personas, quizás al principio por exigencia de nuestra pareja, pero luego lo hacemos por nosotros mismos. Creo en una segunda oportunidad siempre y cuando valga la pena y exista un arrepentimiento.
Para terminar solo les hago saber que el matrimonio es y será como lo formamos en los primeros años, y que la rutina llega y hay que combatirla y que no hay nada seguro en esta vida por más que lo prometamos ante Dios, pues nunca me imagine pasar por esto, pero son pruebas que nos pone Dios y no podemos hacer mas nada, sólo que afrontarla. Quizás yo fallé pero mi pareja falló más en no darnos una oportunidad. Por eso, si te casaste amando y enamorado, reenamora a tu pareja cada mes, aunque a principio no veas un cambio, ella o él cambiará si de verdad te ama. Busca los detalles por muy cursis que se vean, no dejen de compartir y diganse lo que les molesta sin tener miedo de la reacción del otro.
El que escribe es una de los tantos que está en proceso de divorcio y aún amando a su pareja, pero que ha cambiado gracias a esta crisis |