EL ALBERGUE DE LOS SUEÑOS
Declaro mis entradas al albergue de los sueños, confiando en sus ofertas fascinantes, he comprado excesivos trajes de colores muy diversos, que se han ido evaporando de mis manos.
Compré mis atadillos de ternura en una estrella, un beso apasionado en la boca de una sombra, una noche de luna acompañada por un hálito, un amor verdadero con guantes de gigante.
Compré miles de amores obstinados en quererme, les di todos mis besos mi confianza y mis dulzuras, creí en todos los versos embriagantes que decían y expuse mis alhajas ante el bien que recibía.
No encuentro las entradas del albergue de los sueños, no existe en ningún lado la señal de su vivencia, se han ido disipando los objetos que he comprado, ya no me queda nada de mis sueños encantados.
Perdí hasta mi memoria inventada en soledades y estoy aquí flotando prendida de una soga solidaria, que me ha dejado entrar en la cabaña de los reales. Quizás aún encuentre otro camino de rescate.
Beatriz Ojeda
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