
EL VESTUARIO DE MI ALMA

Nubes negras se avecinan, presagio de tempestades, advertidas en tus ojos cuando los míos evades. ¿Por qué tan impredecible cuando ayer brillaba el sol en las niñas de tus ojos con refulgente candor?
Hoy te tiñes de amargura la que ya conozco tanto y que trato de ignorar para evitar el quebranto. Sombras de espesas pestañas vuelven gris a nuestro amor que ayer fue de rojo fuego bajo los rayos del sol.
¿Ayer? Vestías verano con sonrisa y alegría hoy, vestido vas de invierno con frío y melancolía. Cambios bruscos en tus tiempos con los que abrigas o enfrías el vestuario de mi alma, que cambio todos los días.
Ropajes de mil colores para cada ocasión, con pieles que acaricien tus fríos del corazón o con encajes ceñidos cuando deseas amor, perfumados con fragancia de cariño y comprensión
Así visto yo a mi alma con el vestido adecuado, pretencioso y engreído, querido malhumorado, al que comprendo y lo mimo porque lo quiero a mi lado, a pesar de ser el ogro o el ángel que yo más amo.

Mujer de Espuma
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