INSPIRACION
En lo personal creo que eres suave,
flotas grácil sobre mi cabeza
y aunque trato de crearte en formas
no tienes hipotenusa ni diámetro,
pero eres tan elegante y amorosa
que entristezco cuando cierro la ventana.
Llegas como un chiflido agudo
de un ruiseñor cantando en un cedro.
Devuelves el suspiro a los presos
sentenciados a cadena perpetua.
Para mí ya no hay rejas...
alzaré mis alas contigo
y desde arriba reluciré,
brillaré como un diamante
en un anillo de platino.
Qué suave eres cuando estoy contigo
y hacemos el amor de las nueve hasta la cinco,
y me miras con tus dos aceitunas rellenas
de algas marinas que parecen perlas.
Autor: Pablo Cerda