Las Hadas
Lubarrel
Seres iluminados
Llenos de bondad
Son como ángeles encarnados
Repartiendo caridad.
Quien quisiera ser una hada
y tan fácil como el soplar del viento
Basta tener siempre en el alma
el amor a todo el tiempo.
Hada que se presa no presta
dona el corazón sin espera
pues su galardón es seguro
Cuando su sentimiento es puro.
Hadas en el mundo son pocas
pero valen por una multitud
pues repartiendo la bondad
van ganando el corazón.
A cada corazón conquistado
Su aura resplandece
Su esplendor se enaltece
y el cielo sutilmente , agradece.
Busque en su interior
la hada entonces adormecida.
Despiertela chena de fulgor
y seas feliz por toda la vida.