¡Oh, Señor!, hoy también sé tú mi guía,
no desdeñes mi ruego, te lo imploro;
mañana, no ha llegado todavía,
ayer pasó, con risas o con lloros.
Te pido que me brindes la sonrisa
que perfume mi hogar y mi vereda,
y el trabajar sin pausas y sin prisas.
Tu fuerza, yo te ruego me concedas;
dame de amor y paz la dulce brisa
y la certeza de que aquí te quedas.
GRACIAS MI QUERIDO AMIGO