Quince años
De mi jardín un capullo
despunta cual bella flor
y es ahora con orgullo
que nos dará de su olor.
Pues ya cumple quince años
fue una larga primavera
de ilusiones, sin engaños
esperando a que creciera.
Vigilante y con amor
esa matita planté;
e impaciente, con ardor
con devoción la cuidé.
Cuando asomo ese capullo
mi alma se alborotó
pues era un hermoso fruto
en medio de otros dos.
Y hoy en día con nostalgia
se que muy pronto al fin
partirá con elegancia
perfumando otro jardín.
Aunque me cause tristeza
el ya no tener su aroma,
yo le diré con certeza
que su lugar nadie toma.
Que siempre estará ese espacio
justo en medio de otros dos,
que fui feliz al cuidarlos
de mi les di lo mejor.
Espero que al transplantarle
pueda sacar tus espinas
y que quien venga a llevarte
solo perfume reciba.
Y junto a los otros dos
cuando no me quede vida
adornen mi derredor
y su aroma yo reciba.
A mi amada hija Kathy