...al ser superior del mediocre;
...al profesional del aficionado;
...al héroe del general;
...al desprendido del caritativo;
...al ganador del competidor;
...al amigo del conocido;
...al sabio del culto;
...al invencible del perdedor.
En ese EXTRA que se saca de donde nadie sabe, cuando ya las fuerzas no alcanzan, cuando la noche acecha y la soledad quiere invadir el espíritu, es cuando los hombres crecen.
Ahí es donde se prueban las voluntades y donde el hombre se hace más hombre porque reconoce el poder divino de la esperanza y el valor inquebrantable de la fe.
Pero hay también aquellos que en su diario y común vivir hacen de sus horas libres un continuo EXTRA.
EXTRA son los días cuando en un anonimato voluntario comparte su tiempo con unos ancianos o con unos enfermos;
...las horas que un maestro aporta en su tiempo libre para preparar mejor una clase;
...los momentos que un médico batalla en silencio para salvar a un paciente que no conoce.
EXTRA es salirse de las comunicación técnica y preguntarle al compañero por sus hijos y su familia.
EXTRA es el detalle de dar gracias, sonreír y saludar a aquel con el que te cruzas.
EXTRA es decir una palabra agradable, es ceder el paso, es no solo acordarse del cumpleaños de alguien, sino hacerle saber que no lo olvidas.
EXTRA son muchos actos que distinguen al hombre educado del cortés, al generoso del egoísta, al social del huraño.
EXTRA es bendecir al universo con sus bondades, por habernos enviado la lluvia que calma la sed y nutre las plantas, por ser capaces de disfrutar de la belleza del mar y del sol, que son regalos de la naturaleza para nuestros ojos y espíritu.
EXTRA es alabar cada amanecer porque nos brinda un comienzo limpio y nuevo, diferente del de ayer.
EXTRA es terminar cada día dando gracias por el hoy a Dios, que nos permitió unas horas con nuestros compañeros de viaje, y que tal vez estuvo pleno de retos.
EXTRAS que nos sirvieron para saborear en toda su extensión las recompensas implícitas de nuestros actos EXTRAS.