La Cava Baja es la calle de las posadas históricas de Madrid. “Entre el siglo XV y XIX fueron numerosas las posadas que se localizaban en esta calle: la de Las ánimas, la de Vulcano, la del Pavo Real, la de San José, la del Navío del Gallo, la de San Pedro, la de San Isidro, la de la Soledad, y las del Madroño, del León de Oro y del Portugués. Era tal el trajín de viajeros que las compañías de postas y diligencias decidieron establecer las paradas de sus carruajes en la Cava Baja”. Ya en el siglo XX fueron despachos de billetes y paradas de autobuses, como el que con destino a San Martín de Valdeiglesias se ubicó junto a esta Posada del Dragón“.
(De aquellas Posadas o Mesones que atravesaron el siglo XIX, las más populares fueron la Posada de la Villa, de 1642, en el número 9 (convertida en la actualidad en un restaurante), la Posada del Dragón, la Posada de San Isidro, en el número 6 (hoy apartamentos), la Posada de San Pedro o Mesón del Segoviano (actualmente un restaurante) y la Posada del León de Oro, en el número 12.
Imagen de la Cava Baja en 1934.
Por estos lugares pasaba un número importante de viajeros de toda España, en especial gentes del campo madrileño y los procedentes de los caminos que venían de tierras de Extremadura, Ávila, Segovia, Toledo o Salamanca, campesinos y arrieros que, atravesando el puente de Segovia, se acercaban a la capital en carretas y diligencias para realizar sus negocios y en busca de mejores oportunidades. En estas casas se trataban los precios del trigo y del vino, y se negociaba el valor de las caballerías que en los mercados habrían de feriarse. También se daba de comer y se alojaba al viajero.
Cuando se popularizó la máquina de combustión, las camionetas sustituyeron el tiro animal, las diligencias ganaron velocidad y los viajeros ahorraron tiempo en el transporte, aunque no fueran todavía épocas de comodidades.