LA DAMA CAUTIVA..
En el campo verde, entre las olivas, allí cautivaron a una dama linda, y el ladino hombre que la cautivó, como propiedad suya reina la llamo.
Un castillo de cristal para ella forjo, con barrotes de oros todo rodeo, un pajarillo triste para compañía, con mil trajes y joyas para cada día.
Toma, reina bella, siempre repetía, y ella a solas lloraba, su pena cautiva, de que valen tantos lujos ella repetía, si no hay felicidad en mi pobre vida.
Criados les puso que a ella sirvieran, cubierto de plata manteles de seda, silencio tan solo reguardaba ella, añorando el día en cual fue doncella.
No tenía nombre o nadie lo decía, solo reina siempre, de soledad fría, y en ese castillo perdida y cautiva, pasaran sus años, se disipara su vida,
Frente a la ventana se pasaba los días, recordando solo cuando era niña, cuando en verdes campos ella sonreía, en los prados claros de su tierra linda.
Y frente al espejo se miraba entristecida, preguntando ¿el porque su dura agonía? si ella no era nadie para ser escogida, si era humilde su querida y perdida familia.
Pero una mañana cuando el frio cubría, los blancos cristales de los ventanales, reflejo su vida bellas flores para su alegría, niños jugando cercanos se oían, risas celestiales
Risa ya perdidas momentos y alegrías, y al hombre ignominioso ella le pedía, que los niños fueran parte de su vida, y sin ser cautivos cada día venían.
Le traían flores frescas de su tierra linda, le traían recuerdos que ella guardaría, en cofre de oro y piedras bonitas, y rodeada de lujos, se apago su vida.
y cuando preguntaban como se llamaba, ella respondía, yo no tengo nombre, lo olvide ya un día, la mano del hombre, apago mi vida yo no tengo nombre, yo no tengo vida, yo viví cautiva.
Francis Falcón..
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