Para reflexionar...(05-10/09/06) Fuente Preciosa de Bendiciones
"En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti" (Salmos 119:11).
"¿Frecuenta regularmente la Escuela Bíblica?" preguntó el pastor al pequeño Josué. "Sí, señor,"contestó el niño. "¿Y usted sabe lo que tiene en su Biblia?" "Sí, Señor, yo sé." "¿Y usted podería decirme?" "Desde luego, puedo decir todo que está allá." "Entonces me diga, Josué," continuó el pastor. Éste, sin ningún embarazo, comenzó: "La fotografía del enamorado de mi hermana, una receta de la mamá para sacarse crema de la leche, una gafa del cabello de la vovó, y todos los documentos de lo seguro."
¿Cuál la finalidad de nuestra Biblia? ¿Ha sido usada apenas para aderezar un móvil de la sala? ¿Ha estado empolvada en un local cualquiera de nuestra estante o cajón? ¿Está, como la Biblia del pequeño Josué, de nuestra historieta, siendo usada para guardar bártulos? ¿O tiene, como una fuente de sabiduría y bendiciones, suministrado subsidios para la edificación de nuestras vidas espirituales?
Muchas veces compramos una Biblia apenas para cargar en las manos y mostrar, con eso, que somos cristianos. A veces a leemos para sacar un texto que decoraremos y usaremos en una reunión cualquiera donde estaremos presentes y seremos llamados a "citar un texto bíblico". En otras ocasiones a usamos para buscar una base que justifique nuestros errores e indiferencia para con Dios: "¡Fulano también mintió!" "¡Mengano negó Jesus!" "¡Otro cometió adulterio!" Apenas se olvidan de citar que éstos reconocieron el pecado, lloraron delante de Dios pidiendo perdón y fueron transformados para la gloria del Señor.
La Palabra de Dios es preciosa y a través de ella aprendemos a comprender la voluntad del Padre, a colocar la vida delante de Suyo altar y a construir el camino de nuestra felicidad. Cuando a buscamos con un profundo deseo de obedecer a Dios, nuestra fe es fortalecida, la paz nos envuelve y el amor del Señor enciende a llama que alumbrará nuestros pasos en dirección a la vida eterna.
La Biblia no es un lugar para que coloquemos cosas y sí para que retiremos el combustible para una vida plena y bendita.
Paulo Barbosa Un ciego en el Internet Autor de los libros(en Portugués): Despertando Para Misiones, Mensajes Para el Corazón y Un Rayo de Sol Para Días Sombríos
¡Sonría, Jesus te ama!

Pep
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