¿Cómo decir sin llanto que te quiero? Amor ya crujen mis huesos cansados hipnóticos caen en el lecho de los muertos. ¡Qué terrible es el destierro! Qué hueca la vida desde lejos. Aún hablamos el idioma de los sin pueblo. El recuerdo se disuelve en abismos infinitos. Las palabras antiguas nos envuelven fraternales porque del ayer nos quedaron los suplicios. Pero también cielos inmensos. En la pútrida celda se achicharran los pulmones en verano. En invierno desmayamos congelados del aire del destierro.