Amor con tan honesto pensamiento
Amor con tan honesto pensamiento arde en mi pecho, y con tan dulce pena, que haciendo grave honor de la condena, para cantar me sirve de instrumento.
No al fuego, al celestial atento, en alabanza de Amarilis suena con esta voz, que el curso al agua enfrena, mueve la selva y enamora el viento.
La luz primera del primero día, luego que el sol nació, toda la encierra, círculo ardiente de su lumbre pura,
y así también, cuando tu sol nacía, todas las hermosuras de la tierra remitieron su luz a tu hermosura.
Lope Félix de Vega y Carpio
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