Tumbada sobre hierva
en medio de la noche
tan solo iluminada
por la luna creciente,
sintiendo sobre el rostro
la lagrima caliente
que recorre en bajada
siguiendo lentamente
la línea de mi cara
llegando hasta mis labios
sintiéndola salada.
Que tristeza tan grande.
Mi alma tan vacía
preguntando a la nada
¿en donde esta mi vida?
¿en que punto del tiempo
se quedo mi alegría?
Desde que tú te fuiste
mi alma esta callada,
mis ojos ya no miran,
mis oídos no escuchan,
mi cuerpo ya no siente,
me siento derrotada.
Y luego me pregunto
¿Estoy aquí presente?
¿O soy solo el fantasma
de mi cuerpo ausente?
¿Qué motivos tenias
para dejarme sola?
¿Que motivo tan fuerte
hizo que te olvidaras
de nuestra vida juntos,
de las noches pasadas,
y de todos los besos
que tan enamorados
nos dimos tantas veces,
esos besos tan dulces
y tan apasionados?
Y ahora estoy aquí
hablando con mi sombra
me siento desolada
viviendo en la penumbra
penumbra de la noche
penumbra de mi alma.
La noche tiene luna,
mi alma tiene… nada.
Siento una gran envidia
de la noche estrellada
pues ella por lo menos
esta iluminada.
Pero mi pobre alma
ya casi destrozada
pide a gritos un rayo
a la luna plateada.
Pero ya no se asombra,
la luna no la mira
y tristemente acepta
quedar en la penumbra,
una penumbra triste
de lagrimas y sombra.
Esa es mi vida si ti,
Soy tan solo una sombra
Fantasma de tristeza
… Una triste penumbra.
Paty