Enfermedad I
No detengas las aves que me asusta el silencio, déjame escuchar como baten constantes sus alas, permíteme mirar los malabares conque diagraman extensiones en sus vuelos. Déjame venir desde el fondo del abismo, donde las cadenas urden la templanza, socavando mis heridas de agujas y de péndulos. No le digas a las horas que la noche me menciona n un verbo impío de galaxias y espejismos. Yo te entrego la historia de mi sangre fortuita i liberas los trinos que encerraron tus rejas. i la humilde grandeza te hace grande y humilde, i el poder de la gloria te ennoblece y te guía. No detengas la luz que me asfixia la sombra, Déjame mirar como encienden sus velas las chispas de fuego que enclaustraron tus sótanos. Consiénteme el deseo de ese canto sin ruidos tu mendrugo de harina en mi mesa vacía. no castigues mi sangre, no me llames sin gritos, no me mates sin muerte.-
por Walter faila
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