CAMINO A LA LIBERTAD
Libertad es la capacidad de visualizar un futuro mejor
y concentrar nuestra atención, nuestra pasión y nuestras
decisiones en ese futuro.
Es dominar nuestros pensamientos, sentimientos y
acciones y dirigirlos correctamente.
Es poder sacrificar lo inmediato y lo cómodo por algo
mayor y mejor.
Es decidir hacer lo necesario para que el futuro exista.
Libertad es crecer pero no a expensas de otro.
Es crecer en paciencia, en perseverancia, en amor,
en fe, en confianza, en seguridad, y en la capacidad
de producir resultados a través de una vida dirigida,
por uno mismo, hacia objetivos dignos.
Si la libertad de uno o de unos, produce opresión en
otros, entonces no es libertad, sino un capricho egocentrista.
Este capricho lleva a irrespetar, dominar y controlar la
vida de otros trayendo destrucción y violando los
principios de la vida.
La libertad real produce respeto a la vida, y es regida
y gobernada por principios y leyes. Es por esto, que las
personas más libres son las que más se conocen y más se
sujetan a producir resultados en sus vidas conforme a sus
propósitos y sus razones de ser.
Entendemos hoy a los héroes, que se levantan cada día
cumpliendo con sus metas, negándose a sí mismos en pro
de sus propósitos, sabiendo que Dios es el protector y
determinante del futuro de los que deciden vivir la libertad
de ser lo que nacieron para ser.
Decisiones contundentes se están tomando en los corazones;
decisiones que determinan el futuro.
Es tiempo de crear un camino nuevo hacia un futuro posible,
es tiempo de saber que cada uno de nosotros puede hacer
la diferencia.
La libertad sin sacrificio y esfuerzo no existe. Los errores
del pasado crean el temple y el carácter necesarios para
construir algo mejor. Nuestras decisiones diarias determinan
ese futuro.
Si hoy decidimos respetar, amar, dar gracias y luchar por
lo que creemos, mañana será diferente. Haremos tangible
la verdad, la justicia y la libertad para nosotros y para
una nueva generación.
Tu vida cambia en el momento que tomas una decisión
integra, acorde y comprometida. La fuerza y el poder de
una decisión y de sus consecuencias residen dentro de ti.
En otras palabras, ya la posees. Cuando decides lo que
quieres encontrarás un camino, estarás determinando el
éxito de tu decisión.
Tomar una decisión es comprometerte con el resultado,
sin vacilación, sin pensar en otra posibilidad. Mientras
más tomas decisiones, más habilidad tendrás en tomar
decisiones acertadas. La repetición conduce a la habilidad:
sé consistente y perseverante con tu decisión.
Alison Salas