Millones de personas se pierden la meditación porque le han dado una connotación equivocada. Les parece algo muy serio, deprimente, como si tuviera algo de iglesia; como si fuera sólo para gente que está muerta o casi muerta, que son depresivos y serios, que tienen caras largas y han perdido las ganas de jugar, de festejar . . .
Pero éstas no son las cualidades de la meditación. Una persona realmente meditativa es juguetona, alguien a quien la vida le resulta divertida y la vive como un lilah, un juego del que disfruta tremendamente; alguien que no es serio, que está relajado.
Osho.