Un gran filosofo y matemático de renombre universal subió a bordo de un avión. Estaba sentado en su asiento pensando en grandes problemas matemáticos cuando de repente llegó un comunicado del capitán: “Lo siento, habrá un ligero retraso. El motor número uno se ha parado y ahora volamos con tres motores “
Unos diez minutos más tarde otro comunicado: “Me temo que el retraso será más largo; se han parado los motores números dos y tres y sólo queda el numero cuatro”.
Así que el filosofo se gira hacia el compañero que va a su lado y le dice: “¡Buen Dios! ¡Si se para el cuarto vamos a estar aquí arriba toda la noche!”.