Me he sentenciado cuando dije "Si", sé que me sentenciado cuando dije "No", entonces, ¿A quien le cargaré mis culpas en las horas de desesperación y pérdida?
Lo sé, le echaré la culpa a Dios... ése Dios que está en todos lados y me ve a cada momento, total... dicen que todo lo ve, pero seguramente no puede hablar conmigo, y seguramente no porfiará de mi actitud hacia él.
O...
Tal vez, le cargaré las culpas al demonio, ése ser malévolo que me obligó a decidir el mal camino, y caminar por donde yo no quería ¡Lo tengo todo planeado!
Pero... ¿Y si eso falla?
Lo sé.
Le cargaré la culpa a mis padres, porque... porque de ellos era la responsabilidad de educarme, y sus retos y su dejadez, me llevaron a tomar las peores decisiones, que destruyeron mi vida y todos mis anhelos...
Pero sigo pensando, ¿Y si ese plan alternativo falla?
Lo sé.
Le echaré la culpa a mis amigos, a mi entorno, a todo mi entorno. Mi trabajo, que es una pérdida de tiempo, mis compañeros que son todos seres ruines y sin futuro, y solamente viven para envidiar mi progreso ¡De ellos es la culpa! Y mis vecinos, ¡mis vecinos!, siempre mirando de reojo todo lo que hago, para comentarlo a la vuelta de la esquina, y degradarme a cada momento ¡de ellos es la culpa!
Mis mascotas... sí mis mascotas, porque ellos, ¡ellos! Mis perros, mis gatos, mis gallinas, mi hámster y mi iguana Titán...
¡Ellos tiene la culpa! Porque solamente vivieron a mis costillas, y a cada momento me solicitaban alimento, sin darme nada a cambio, y se llevaron mi dinero... ¡ellos fueron!
Todos, ¡todos ellos tienen la culpa!
¡Nooo!, mi ex novia, esa maldita desagradecida, que me engañó, y no pude respirar cuando me dijo que me dejaba, y me quitó las ganas de vivir, ¡ella fue! ¡Todos fueron!
El juez me miró y me preguntó―: ¿Y usted?
―¿Yo?
―Si usted... ¿que rol cumple en todo esto?
―¡Yo... yo soy una víctima de ellos! ¡Por culpa de ellos nací en un ambiente inferior, por culpa de ellos sufrí, por culpa de ellos me drogué, por culpa de ellos me quise quitar la vida, por culpa de ellos viví en el infierno...! ¡Por culpa de ellos!
―¿Acaso usted no es libre? ―me preguntó.
―¿Yo...? pero ellos me arruinaron la vida, ¡Ellos... maldita sea!
―No respondió a mi pregunta ―me dijo el juez.
―¿Si soy libre?
―Si... si usted es libre.
―Pues sí, soy libre.
―¿Entonces, porque carga sus culpas en otros, cuando usted tiene la libre voluntad de decidir en sus actos, a cada momento de su vida?
―....
―¿Acaso no sabe que usted nació con libre albedrío, y morirá con él...? ¿Acaso no sabe que usted decidió siempre que hacer con su vida, y con sus momentos?
―¡Si...? ¡Pero ellos...!
―¡Por favor...! ¡Basta de estupideces señor!, yo nací en una villa, y ahora soy juez, ¿acaso porque nací en una villa tendría que haber sido ladrón, resignarme a ser pobre, y matar todos mis sueños?
―¡NO... pero usted tuvo suerte y no los tuvo a ellos, que lo hicieron fracasar!
El juez me miró y suspiró.
―Como usted diga, igual, ya es tarde para lamentarse ―me dijo.
―¿Por qué?
―¿Acaso no sabe que ésta es la corte de la vida perdida por cuenta propia?
―¿Qué?
―¿No le avisaron en la puerta, antes de ingresar?
―No.
―Lo siento entonces, caso cerrado ―dijo el juez y golpeó su martillo―.
―¡NOOOO! ―grité.
―¿Por qué grita? ―me preguntó.
―¡Porque usted tiene la culpa de todo esto! ―grité.
El juez me miró, se puso de pie y se alejó. Yo me quedé solo en la sala. Apagaron las luces, y me quedé sentado.
"La culpa es del que apagó las luces, porque no puedo ver mi camino" pensé.
Cuando dejé de respirar, me di cuenta que lo único que no podía controlar era el día de mi muerte, el día que me iba a enamorar, y el día en el que nací. Lo demás, dependía todo de mí, y cuando fui adulto, elegí lo que sufrí, por eso morí, y por eso estoy aquí.
―¿Qué es el destino? ―me preguntaron―, y reí a carcajadas hasta las lágrimas, porque ahora estoy aquí solo, en éste hueco oscuro y frío, buscando la mejor manera de renacer.
Y tal vez volveré algún día, pero por ahora, solamente reflexiono sobre lo que hice, cuando tuve todos los elementos en mi mano...
Ésa, es mi historia.