Con tu ejemplo brillante. Busca sólo la Divinidad. Habla sólo con la verdad. Actúa únicamente con amor.
Vive la Ley del Amor ahora y siempre. Da todo, no requieras nada. Evita lo mundano.
No aceptes lo inaceptable.
Enseña a todos lo que buscan aprender de Dios.
Convierte cada momento de tu vida en una efusión de amor.
Utiliza cada momento para invocar el pensamiento más elevado, pronuncia la palabra más noble, realiza el hecho más sublime. Con esto, glorificas tu Ser Sagrado, y así, también, glorificas a Dios.
Lleva paz a la Tierra llevando paz a todos aquellos con cuyas vidas estás vinculado.
Sé la paz.
Siente y expresa en cada momento tu Divina Conexión con el Todo, y con cada persona, lugar y cosa.
Aprovecha cada circunstancia, reconoce cada falta, comparte todo el júbilo, contempla cada misterio, camina en los zapatos de cada hombre, perdona cada ofensa (incluyendo las propias), sana todos los corazones, respeta la verdad de cada persona, adora al Dios de cada uno, protege los derechos de todos los seres humanos, preserva la dignidad de cada quien, promueve los intereses de todas las personas, provee las necesidades de los que te rodean, da como un hecho la santidad de cada persona, saca a la luz los mayores dones de tus semejantes, propicia la bendición de todos, y pronuncia la seguridad de su futuro en el firme amor a Dios.
Sé una viva representación de la Verdad más elevada que reside en tu interior.
Neale Donald Walsch