Un grupo de activistas españoles demanda que la siesta sea declarada una forma de arte protegida.
Según este grupo, el gobierno de Madrid debería proteger la siesta como una conducta de valor cultural especial e instalar camas en la calle. Daniel Dorado, un abogado especializado en defensa de los derechos del animal, explicó que "la siesta es un hecho cultural de gran relevancia y un arte que merece la protección del gobierno".
Esta acción, es en realidad una forma indirecta de protestar contra la decisión gubernamental de proteger las corridas de toros como "un valor especial de la cultura". De esta forma salvaguardan esta costumbre local contra los embates de las sociedades protectoras de los derechos del animal.
"La siesta ha sido parte de la cultura española y mediterránea desde tiempos inmemoriales", argumentó Dorado utilizando la misma frase esgrimida por las autoridades para agregar las corridas a la lista de de hechos culturales protegidos.