Un caballo viejo fue vendido para darle vueltas a la piedra de un molino. Al verse atado a la piedra, exclamó sollozando:
-- ¡ Después de las vueltas de las carreras, he aquí a que vueltas me he reducido !
No presumáis de la fortaleza de la juventud. Para muchos, la vejez es un trabajo muy penoso.
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