Es una oportunidad. Todo lo es. Tan atentos estamos a cualquier caída para darnos por vencidos. Que nuestros sueños más grandes pueden verse reducidos a una simple ilusión. El mundo está hecho de ellos. Todo a nuestro alrededor fue el sueño de alguien que tuvo el coraje de persistir y de creer en ellos; a pesar de todo. De todo lo que le dijeran.
Y cuando todo va mal y se ve peor en realidad lo que está pasando es que se da la gran oportunidad para decidir en verdad quién queremos ser. Que es lo que queremos representar; en quien queremos convertirnos. Sólo en los momentos más oscuros podemos despertar. Podemos volvernos atentos. Atentos de una manera muy, muy profunda. Si todo marcha bien y si nada nos conmueve no necesitamos despertar; no necesitamos nada. Cuando muere el ser amado, un hermano, una Madre, cuando nos quedamos tan solos y abatidos a falta de ellos. Existe una posibilidad; se da una gran oportunidad.
La vida puede convertirse en un constante descubrir, en un siempre sorprenderse, en un misterio que no acaba y en un maravilloso regalo.