A veces me invade la tristeza
Como una sombra alargada y sombría
Cubre bajo su manto todo síntoma de alegría.
Sombra espeluznante
Agasajada con el don de la melancolía
Inunda mi corazón y lo abate.
Solo, un deseo por ti recorre mi cuerpo
derrotar su escarpada penumbra.
Y es que cada día
Bajo el influjo de tu belleza
Agoto el cauce de mi capricho
Que, desbordado, corre beligerante
Hacia su destino.
Un destino unido y arrogante
Y a la vez tenue y sumiso.
Al final de cada día
Solo queda la esperanza de un nuevo amanecer
Que dormido y prepotente porte aquello que nos une..
Perdido en la oscura noche de la amargura
Sueño el día, cuya luz nos despierte
Y bajo la misma sabana de delirio, acariciarte.
Que su luz, no sea motor y mezcla de melancolía
Donde solo la noche nos deja cobijo y lujuria.
A veces me miro en la tristeza
Y ella es quien me domina
Pues, derrama sobre cada poro
Su tunica de llanto y pena.
Sin embargo, jubiloso y exaltado
Saludo al nuevo día
Me permite caminar a tu lado
Y tomar la sensación embriagadora de tu aroma.
Otra vez anonadado
Cautivo de tus encantos
Y a tus hechizos sometido.
Embrujo estimulante
Para un corazón enamorado.
A veces me invade la tristeza
Ella misma provoca mi ira
Mientras espero el día
Que a tu lado amanezca.
A/D
Saludos