Mira esa lenta nube, mira esa flor lozana, mira el agua del río que murmura a tus pies... Pero piensa en lo poco que va a quedar mañana de todo lo que hoy ves. Piensa que el tiempo pasa por tus manos vacías igual que esa corriente que no vuelve jamás; y la flor y la nube se van como tus días, y tú también te vas. Por eso, hunde tus manos en el agua del río, y sonríe a las nubes y ve a cortar la flor, y llena con un sueño tu corazón vacío, muchacha sin amor...