UN VENDAVAL DE ROSAS
Emma-Margarita R. A.-Valdés
Contemplo mis paisajes con ojos renacidos
porque tu claridad alumbra mi existencia,
la memoria dibuja vericuetos seguidos
ciega de sed y de hambre, sin la luz de tu ciencia.
En la orfandad del Sol, dormían mis sentidos
por la noche del mundo, con frío de tu ausencia,
cosechaba la espina en oscuros latidos,
no brotaba la flor en la humana demencia.
Derramaste en mi senda tu dulce resplandor,
tu estrella me anunció la blanca amanecida
y me abrazo a su estela en amante desvelo.
Rasgaste mi tiniebla con tu rayo de amor,
hoy brilla en mi horizonte la tierra prometida
y un vendaval de rosas me eleva hacia tu cielo.