SÓLO LA MIRADA DEL HOMBRE SERÁ ÚTIL Para reconocerse en su adversario, para vislumbrar el reflejo de nuestros espíritus fraternos. Eso deben saber los señores de la guerra. Deben saber que no estaremos dispuestos a una lucha estéril del alma, a silenciar los gritos de auxilio, a podar la esperanza de tallos que luchan por brotar hacia la luz.
Todos unidos fabricaremos la más potente bomba de relojería, que estallará en sus conciencias como partículas de agua, de vida, de fraternidad a discreción, logrando destruir sus sueños de holocausto humano. Eso deben saber los señores de la guerra.
Que en su guerra nuestro fusil será la paz, envuelta en disparos de abrazo al débil y al necesitado, de comprensión al otro, de mutua solidaridad, de descubrimiento del alma, de lucha por erradicar la procaz injusticia humana.
DE LA RED
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