
Tarde de sol.
Tarde de sol me gusta ir contemplando, como se vive en las calles del lugar, cuando es el tiempo regalo de la vida, y es el Señor el dueño del altar.
Tarde de sol y el cielo simplemente, con su celeste de tono angelical, mientras recuerdo las horas de mi infancia, y no me canso de nuevo de soñar,
Y en cada instante sublime de las almas, nace la paz, la luz y la verdad, que estoy tratando de hallar en mis entrañas, cada mañana de andar y trabajar.
Héctor Omar Masi
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