Cuántos lunes y martes en el polvo, detrás, por los caminos. Serían diferentes entre sí, pero todos parecían el mismo.
Busco las sillas, las ventanas, los lechos de la fiebre o el llanto, del diente dolorido, a esos lunes o martes, y ya todos están fuera de sitio.
Forman montón de cosas, horas, piedras, palabras, lápices, destinos, pero fueron cruzando la puerta de hacia adentro con mucho frío. A veces los despierta una canción antigua, una esquina, un amigo, y me hace gracia de que todos entonces me parezcan domingos.
Julia Uceda

|