Cicatrices; cicatrices en el alma, cicatrices en la piel; vergonzantes estigmas del dolor en soledad de mil muñecas rotas. Cicatrices jamás restañadas; machismo elevado al cubo, brutalidad animal de viles asesinos domésticos que piensan que la mujer solo es una propiedad más a la que se puede golpear, a la que se humilla hasta llegar a anularla. Llantos de alcoba, afilada espada amenazando a un frágil cuello femenino; gritos de auxilio que, de la garganta brotan, ahogados entre sollozos... ¡Basta ya de cicatrices!; no más lagrimas derramadas en la intimidad del hogar; mujer; señala con dedo acusador al cobarde y vil verdugo que, alma y cuerpo, te sembró de cicatrices
DE LA RED
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