Dame tu mano amor para caminar distancia y juntos recorrer el tiempo los otoños y primaveras sin temer a las tempestades solo apoyate de mi hombro para emprender este viaje.
Si en algún momento te sientes cansado yo estaré ahí para darte las armas y levantarte pues de ti he aprendido que hay que luchar y no caer vencido menos ante el enemigo a mi nada me agota, vivo por tu amor como una fiel devota.
Somos dos almas gemelas unidas a un beso, un detalle, una rosa ha sido ese calor tibio de tus labios lo que rescató mi dicha despertando al sentimiento y refugiando tu amor con alegría y trajo dias coloridos a nuestro espacio que susurra tu voz la que me busca.
Seguiremos juntos y contaremos las palabras tantas historias que guardaran nuestros oídos con tu sonido ya mío sellado a quedado el juramento que condena nuestra unión a una dulce prisión, que importa la sentencia si atado ya está este amor.
Habitas en mi mundo, mi amor ya tuyo…..
Rosa María Reeder
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