¡Fluyó el amor
en mi alma, Cual flujo de lava, cual llama ardiente Que me
embute de calma, Deponiendo mi espíritu corriente A una luz
encendida y sonriente!
En mi alma, nació el amor. Transportando
consigo la alegría Bañando con gran olor Mi musa interna de la
poesía. Avivando el tono de mi fantasía
Como viento se vino,
A batir la palma de mi corazón, El amor genuino. Todo es
melodía, celeste canción Suavidad del trigo y del blanco algodón.
Sepultó
a la tristeza, La negra agonía y a la soledad. Mi mundo es
belleza, Pasión, regocijo...Gran fraternidad. Liberó mi
espíritu; le dio libertad.
¡Cantan los pompones, Las dalias,
las rosas y los tulipanes, Tupen corazones De aroma, de olor,
de néctar fragante Pues nació el amor en mi mundo distante!
Leonardo
Bello Rosal
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