CARICIA RECHAZADA
Si forzada, ante el desdén fatal, fuere una caricia, en su encanto, rechazada, marchita la emoción, de pena muere, en el abismo de su dolor, decepcionada.
Pues no hay nada peor, cuando se quiere, que el ahogar esa caricia enamorada o dejarla a flor de piel para que espere, en el limbo de su sueño, despreciada.
Más, ay, de aquél desdén que no aprendiere el valor de esa caricia esperanzada, sabrá que no hay perdón para el que hiere la ilusión del corazón con su estocada.
Martin Zambrano Astudillo Huaquillas-El Oro-Ecuador

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