ME BASTA
No puedo abrumarte con tercos argumentos ni con obsesivas oraciones
para que me concedas salud para servirte, vida larga para hacer más cosas,
honra para encontrar las puertas abiertas, abundantes recursos para ser más eficiente...
No puedo pedir tampoco sufrimientos presumiendo de mis fuerzas,
como si tú necesitaras una cuota de dolor para concedernos las cosas necesarias.
Yo sólo quiero pedirte lo que tú siempre me ofreces:
tu amor y tu gracia, que engendran vida,
pero pueden llevar a la muerte por defender a los asaltados;
que crean salud, pero pueden llevar a perderla en el servicio a los débiles.
Yo sólo quiero pedirte tu amor y tu gracia; que los acoja en mí como la última verdad,
y mi corazón diga: "¡Me basta!''
Karmel
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