Una bella historia
Soy veterinario, y me llamaron para revisar un perro de raza Wolfhound Irlandés, llamado Belker.
- Los dueños del animal, Ron, su esposa Lisa y su hijito Shane, estaban muy encariñados con Belker y esperaban un milagro.
- Examiné a Belker y descubrí que se estaba muriendo de cáncer, le dije a la familia que no habría milagros con Belker, y me ofrecí para proceder a la
eutanasia para el perrito viejo en la casa.
- Mientras hacíamos los arreglos, Ron y Lisa me contaron que habían pensado que sería bueno que Shane, de cuatro años, observara el procedimiento. Ellos
creían que Shane podría aprender algo de la experiencia.
- Al día siguiente, yo sentí un "nudo en la garganta" mientras la familia de Belker lo rodeaba.
- Shane, el niño, parecía tan tranquilo, acariciando al viejo perro por última vez, que me pregunté si el entendía qué estaba pasando.
- Al ratito, Belker se fue, pacíficamente. El niño parecía aceptar la transición de Belker, sin dificultad o enojo.
- Nos sentamos, al rato de haber fallecido Belker, hablando sobre el triste hecho de la vida de los animales, que sea más corta que la vida de los seres
humanos.
- Shane, que había estado escuchando silenciosamente, dijo: "yo se por qué"
- Anonadados, lo miramos. Lo que dijo me asombró. Jamás oi explicación más reconfortante.
- El dijo: "las personas nacen para que puedan aprender a tener una buena vida, como amar a todo el mundo, todo el tiempo y ser buenos, cierto?"
- El niño de cuatro años terminó: "Bien, los perros ya nacen sabiendo cómo hacer eso, por tanto no precisan quedarse tanto tiempo"
©2007okkidafata ~All Rights reserved
|