El infinito y tu amor
Miraba el cielo a la noche, buscando una estrella nueva donde tu rostro yo viera para así no enloquecer. Pero nubes misteriosas me tapaban la visión, y mi pobre corazón en trizas se convertía. Pensé en tus lindos ojos, y allí ví que el lucero, me decía desde el cielo que eran tus ojos preciosos. Y así entendí, que era en vano buscarte en el infinito, si estás presente en vida colmándome con tu amor.
María Inés Bustos (Marinés)
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