Por favor
Ese vuelo zigzagueante e intenso da el paso, da el sosiego. Y mira como serpenteo descargada, impetuosa, con la vehemencia en mis pupilas mirando desde arriba, como si todo me cupiera en mis manos.
¡Sabes! No preguntes nada, deja que mi vuelo sea el recreo que necesito a tanta maleza que se entrelaza en el silencio de estos días que por dentro calcina; deja que los aromas níveos que el viento me regala, sean mi vestimenta y mi coraza.
Por favor… no me preguntes nada.
JANETT 30 abril 2010 2010
|