UN CORAZON EN EL CIELO
Fue una tarde de enero aquel día en que te esperé recuerdo que tú llegaste con un vestido floreado, tu pelo largo y rizado, tu porte esbelto y sereno.
En esa tarde estaba ya enamorado.
Vimos ponerse el sol en un rojo atardecer.
Nos besamos tiernamente ¡Y como lo recuerdo ahora! tú dibujaste en el cielo, en ese crepúsculo rojo, un corazón con tu dedo.
Nacieron besos y estrellas, bajo la noche tranquila.
Con la luna y sus rubores, entre el cantar de los grillos, y tus suaves caracoles cayó el vestido de flores.
Mis labios, mi lengua, mis manos acariciantes, exploraron, todo rincón de tu cuerpo, bajo ese cielo estrellado.
Fui tuyo y fuiste mía en esa fecha de enero, cuando dibujaste, con tu dedo, un corazón en el cielo.
Desde ese día, cuando extasiado contemplo un hermoso atardecer, veo suspendido en el cielo un corazón... y tu Ser.
Leonardo Sáenz B.
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