CUANDO MI ANGEL DUERME...
(...Vuelo a su mente, para compartir
la irrealidad de nuestros sueños...)
-Audroc-
Enlazadas las manos. Intangibles.
Por el espacio proyectamos vuelos.
Rasgando en luces el brumoso velo.
Volviendo realidad, a lo imposible.
Extendidas las alas de los sueños,
los cometas, parecen saludarnos,
no perturbando sus destellos vanos,
el ascenso tenaz, en nuestro empeño.
Los ojos de la mente se me elevan,
en pompas siderales. Transparentes.
Y en la irrealidad siempre latente,
nuestro Amor, al Universo llevan.
Se me antojan globulares sentimientos,
transportando su mensaje eterno:
"que es el Amor, en su sentir interno,
la Mayor constelación del firmamento".
Cuando duermes. Veo de tus manos,
volar blancas palomas por millares,
y en símbolo de Amor, vuelan por pares,
alejadas del mundo de lo vano.
Y así, imagino que mi Ángel bueno,
viene a buscarme cuando estoy muy triste,
y que en su vuelo el sufrir no existe,
porque en la fuerza de su Amor: Yo Creo.
¡Ha de elevarme de todo lo mundano...!
¡De todo lo maldito...!
¡De todo lo profano...!
Transportándome en el sueño de su sueño.
Alejándome de lo ruín y lo pequeño.
¡Cuando duerme Mi Ángel...!
Yo me duermo...
Y me llego hasta ella sin remedio.
Pues despierto o dormido,
siempre es ella,
la idolatrada imagen que yo veo.
En su sueño... Llamarme pareciera,
al dulce encuentro que no tuvo cita.
Y oigo su voz, que en su ternura invita,
al encuentro feliz de quien me espera.
En el etéreo e intangible ensueño
del encuentro sublime en el espacio,
sus destellos, asemejan un topacio,
emitiendo señales con empeño.
Y extendiendo sus manos a mi encuentro,
me siento transportar, hacia su etéreo.
Y allí, fundidos en uno... Nada espero.
Pues sé que nos guardamos muy adentro.
¡Cuando Mi Ángel Duerme...!
¡Yo le juro...!
Ser fiel eternamente al sentimiento.
Y noche tras noche le prometo,
que aunque mi alma perdiera por buscarla...
Todas las noches, volaré a su encuentro.