Las flores del MALL
Las jóvenes diosas, nocturnas apariciones (ropa oscura, plata quemando sus ombligos) en la cadencia de la pista, comenzarán a despintarse con la premura de los años, los problemas, quizá los hijos que no tienen aún. Ahora miran tus ojos con un claro desprecio (ya tienes cuarenta) y piensas en ciertas palabras de Baudelaire que les darías como si fueran frutas tuyas (si al menos se acercaran), si supieran quién es el poeta. Pero ellas danzan, te rodean sin importarles lo que callas. Envejeciendo solas, brincan sobre tus textos (tan perpetuas y frágiles), deidades nuevas, ellas, que bailan retiradas de tu florero de Lladró.
JORGE VALDEZ
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