¿En perseguirme, mundo, qué interesas? ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas, y así, siempre me causa más contento poner riquezas en mi entendimiento que no mi entendimiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que vencida es despojo civil de las edades ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades consumir vanidades de la vida que consumir la vida en vanidades.
Sor Juana Inés de la Cruz
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