Cuando me canso de seguir
el camino a las estrellas para recoger un
poco de luz que llevarles a los hombres en su
noche, me busco un sitio en la quietud
y te encuentro a Ti, Dios mío .
Presto oidos al manantial y te oigo a Ti,
muy hondo en mí mismo, y en cuanto me rodea
noto un gran misterio.
Dios, para mí estás muy cerca,
para mí estás ahí, al alcande de la mano
para tocarte. Estás presente dentro de mí,
más que el aire dentro de los pulmones,
más que la sangre de mis venas.
Dios mío, Dios mío,
yo creo en Ti,
del mismo modo que el ciego cree en el sol,
Y no porque lo vea,
Sino porque lo nota.
Phil Bosmans