Ahora .
Ahora estamos aquí los dos maduros. Sol y espiga, redonda la certeza. Estamos con los pies de piedra, continuando la carne de la tierra, y la tierra se termina en nosotros. Ahora estamos con el tiempo a todo color, y a todo viento nuestra ensanchada voz, y nuestros brazos rodearían el mundo si quisieran; estamos en el centro, tú y yo. hay un tropel de horas, y los frustrados sueños desbarrancan; somos de piedra y es de piedra Dios. Por nuestro pulmón respira el universo y por nuestro latido golpea la existencia entera. Toma el sol, sofócalo en tus brazos, el sol quema. Toma tu acero y corta en pedazos los gajos de la tierra, la tierra ya está vieja, se deshace; sólo estamos tú y yo. En nosotros la senda, y en nosotros el paso, el oído y la voz. Bésame ahora, la madurez golpea en el minuto una rayita apenas, un parpadeo, o no seremos nada, si evapora la gota de tiempo que nos queda. Bésame ahora que estamos verticales al cielo enfilando el impulso al infinito, el trigo lanza rayos al sol, y el sol madura, comeremos pan de fuego. Es la hora del zumo, del zumo suelto, sin forma y sin encierro, del libre zumo, de la saliva dulce de la tierra. Apoya tu cabeza sobre las nubes, y lanza al aire tu grito y destroza la indescifrable pulpa de las cosas, y arroja tu semilla por el mundo y afírmate en el centro de la rueda del tiempo que nos gira. Una figura como un soplo, y una voz pequeña, palpita en la envoltura de tu beso.
Matilde Alba Swann.
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