
Desde altivos follajes solitarios donde posan su vuelo las palomas y construyen sus nidos los canarios
he mirado la luz cuando te asomas que en tus ojos semeja la alborada de los rayos del sol sobre las lomas.
y he escuchado tu célica tonada conjugada a las notas de los vientos como dulce oración abandonada.
¡Cuántos, cuántos furtivos sentimientos se suscitan en mi alma con tu canto que en sollozos se expresan macilentos!
¡qué de sueños me cubren con su manto! Me quisiera beber tu voz, amada, con sabor a ternura y a amaranto.
Te quisiera atrapar con la mirada sin que puedas huir de mis antojos y en mis brazos te quedes, resignada.
Y el rubor celestial de tus enojos deshacer al contacto de mis besos cuando llegue a besar tus labios rojos.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC


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