Cabalga en la espesura de la ilógica
los cambios del destino, son destino
que empuja ladrando a tus asuntos,
sin misirecordia hacia la lógica.
No llega la ansiada siesta,
siempre es noche ó amanecida,
no existen tardes y el invierno
impera hurgando hasta los huesos.
Demasiada corta la vida
con la ignorancia y desconcierto,
de los jóvenes años y cuando
por fin maduras...Eres viejo ó anciano.
El baúl de la experiencia
no se termina de llenar,
solo cuando lo crees repleto
te obligan de nuevo a empezar.
Rosario de Cuenca Esteban
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