Aunque tú no te percates,
sólo eres tu voluntad
y serás lo que ella quiera
y lo que no, no serás.
Maneja, pues, con cuidado
tan valioso talismán,
que ha de hacer de ti un payaso
o un célebre capitán
o un artista consumado
o un gran maestro a imitar
o un criminal sin reparos
o un santo pleno y cabal.
Y sabe que, el mejor modo
de usar esa voluntad
es sintonizarla presto,
de un modo honesto y total,
con la voluntad divina,
fuente de tu facultad.
Si te esfuerzas todo el día
por sentirla en ti actuar
y seguirla, obedecerla,
y hacerla propia, verás
como ella te va diciendo
cómo te conviene obrar
y qué debes hacer luego
y de qué debes hablar
o si has de guardar silencio
y hasta cómo has de pensar.
Y te sentirás dichoso
de poder atravesar
de la vida el mar, seguro,
guardado del temporal,
y llegar a puerto, un día,
con gran cosecha y gran paz.
De el libro "EL VIAJE INTERIOR, "
De Francisco Manuel Nacher
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